Evaluar bien es escuchar mejor: cómo entrevistar con criterio y humanidad
21/10/2025
La autenticidad es clave para conocer a una persona candidata de verdad. No se trata solo de “cómo responde”, sino de cómo piensa, cómo actúa y cómo se enfrenta a situaciones reales.
Cada vez más empresas buscan equipos diversos y entornos de trabajo inclusivos. Pero muchas entrevistas siguen valorando, sin querer, lo que suena perfecto, en lugar de lo que realmente importa: el potencial, la sinceridad y la forma real de trabajar de una persona.
Aquí tienes algunas claves para valorar la autenticidad en tus procesos de selección.
1. Escucha el contenido, no solo la forma
Hay personas que se expresan con soltura y otras que necesitan más tiempo. Pero hablar bien no siempre significa trabajar bien.
Lo importante es fijarse en:
- si las respuestas tienen ejemplos reales;
- si la persona puede explicar con claridad qué hizo, por qué y qué aprendió;
- si usa palabras propias, sin repetir frases ensayadas o demasiado genéricas.
Una respuesta sencilla pero honesta suele dar más información que un discurso perfecto.
2. No penalices los nervios
Los nervios no hablan del talento. Hablan del contexto.
Las entrevistas pueden resultar más difíciles para personas con discapacidad, perfiles junior, personas que llevan tiempo sin trabajar o personas neurodivergentes.
En lugar de valorar la “seguridad” como requisito, puedes fijarte en:
- la capacidad de pedir aclaraciones;
- la actitud de colaboración;
- la disposición para aprender o adaptarse.
La calma no siempre es un indicador de capacidad; la sinceridad sí.
3. Prioriza los ejemplos concretos frente a las frases perfectas
Es común escuchar respuestas como:
- «Soy muy resolutivo/a».
- «Trabajo bien en equipo».
- «Me adapto a cualquier cambio».
Estas frases no dicen gran cosa por sí solas. Lo auténtico aparece cuando preguntas:
- «¿Puedes contarme una situación en la que lo pusiste en práctica?»
- «¿Qué hiciste tú en concreto?»
- «¿Qué resultado tuvo?»
Cuanto más concreta sea la respuesta, más real será la competencia.
4. Pregunta por procesos, no solo por resultados
Valorar autenticidad es interesarse por cómo una persona llegó a una solución, no solo por el resultado final.
Puedes preguntar:
- «¿Qué pasos seguiste?»
- «¿Qué dificultades encontraste?»
- «¿Qué harías diferente si pudieras repetirlo?»
Las personas sinceras pueden describir también sus complicaciones. Las personas que solo buscan quedar bien suelen dar respuestas perfectas, pero vacías.
5. Busca coherencias, no perfección
La autenticidad se nota cuando hay coherencia entre lo que la persona cuenta, lo que dice su trayectoria, cómo explica sus decisiones y cómo actúa durante la entrevista.
La perfección absoluta es rara y, a veces, incluso sospechosa. La coherencia es mucho más valiosa.
6. Valora también la vulnerabilidad
Una persona que admite que no sabe algo, pero explica cómo lo resolvería, suele ser más fiable que alguien que asegura poder con todo.
La vulnerabilidad bien gestionada es una señal de realismo, aprendizaje y madurez profesional.
7. Crea entrevistas más seguras y humanas
Para que las personas puedan mostrarse tal como son, la empresa también debe crear un entorno adecuado. Algunas ideas:
- explicar claramente cada paso del proceso;
- dar tiempo para pensar o escribir antes de responder;
- aceptar diferentes formas de comunicarse;
- utilizar preguntas accesibles y sin sesgos;
- ofrecer pausas si es necesario.
Cuando una entrevista es más accesible y humana, la autenticidad aparece con mayor facilidad.
Valorar autenticidad es apostar por talento real
Las empresas que priorizan la autenticidad:
- seleccionan mejor;
- reducen errores de contratación;
- construyen equipos más diversos y humanos;
- y fortalecen su reputación como organización inclusiva.
La persona perfecta no existe. Pero sí existe la persona adecuada: aquella que puede mostrarse tal como es y aportar su talento real al equipo.
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